LA CINEFILIA NO ES PATRIOTA

DEDICADO AL CINE PERUANO QUE AÚN NO EXISTE

Sunday, May 31, 2009

APRENDIENDO A MIRARLAS: O, DEATH PROOF (2007), DE QUENTIN TARANTINO




Creo que en vez de una crítica esto será una declaración de amor (con la carga de tontería que eso implica). Acabo de ver Death Proof por tercera vez. No poca parte del placer está en que la siento cercana a Pulp Fiction (ojo que no pienso ni por un momento que sea tan buena, hablo del tono emocional, de la sensación que te deja) –¡y Pulp Fiction es nada menos que una de mis películas pop favoritas! (y claro, aprovechando que a nadie le importa, incluyo a Blow-up y a Mujeres al borde de un ataque de nervios en la lista, para no mencionar otras más por el momento)–.
No sé cuáles sean las razones completas y satisfactorias por las que Pulp Fiction y Death Proof me parecen tan cercanas, tan hermanas, pero rápidamente apunto ideas al azar: el mar, la corriente, incesantemente chispeante, ingeniosa de los diálogos… como siempre ‘intrascendentes’ (que están bien, sí, y no me quejo pero reconozco que tampoco son absolutamente inspirados en su ‘vulgaridad’ ni tan desternillantes como en Pulp Fiction), de esos chismes salpicados aquí como allá, de las pequeñas historias al interior de las historias y de los juegos y letanías y cantinelas con las palabras; luego están esos ricos, vívidos colores (por ejemplo, un carro amarillo y un vestido amarillo, sin necesidad de ser Kill Bill); la hermosa luz cálida que parece traducir los sentimientos que inspiran los personajes (femeninos, y lo que me inspiran es total complicidad); esos lugares tan típicos, como por ejemplo bares o interiores de autos, donde la gente se junta, conversa, se besa o se asesina; la música de la rockola divina (fuente de placer, contemplada con arrobo) y del cabezal y la aguja cual sacerdotes de un culto en el surco del disco de vinilo: ¡el pop! (Joe Tex o alguna otra vieja y fresca maravilla) que acaba por sumergirlo a uno por completo y de cabeza en su mundo, hecho como el nuestro, de toda clase de mezclas (¡cómo negarlo! ¡hay que asumirlo, ya!), y todo rematado por un baile femenino, realmente minucioso, sedante y/o excitante hechizo; más los infaltables y esperables toques dementes de violencia, sin los cuales, tal vez el cuadro no estaría completo, o sea, la mancha de sangre comentando la sábana blanca, o si quieren, la muerte poniendo a prueba de vida los poderes inacabables del chiste y de la sonrisa y de la gran camaradería, y también de la reparación, y hasta de la venganza.
Aprecio profundamente el hecho de sentirme tan cerca de sus personajes, esa sensación de acariciante intimidad, de ser partícipe: el poder saturarme de ellas, incluyendo sus trivialidades, amo eso, definitivamente. Tarantino sabe envolverte en ese bellísimo estado. Además: su oído para los diálogos y para las canciones es algo incontestable… por otra parte, qué agradable es verlo actuar, cual discreto maestro de ceremonias del rito alcohólico, y sobre todo, fraterno (lo que no quita que el hombre no sepa dirigirse bien a sí mismo como actor, qué le vamos a hacer…)
Fetichismo de los pies y de los dedos de los pies y de las palmas de los pies y de las piernas y de los traseros de las treintañeras; el cariño por las chicas rebosantes de malas palabras, poesía entre sus labios… Tarantino huele a espíritu adolescente marcado por las gracias de este par de grupos de mujeres, glorificadas y en peligro. Y fetichismo del auto, arma mortal, falo asesino, y también, plataforma acrobática (como se verá en la segunda parte, y tan o más sexy que el baile) e instrumento de venganza de las chicas, que cambia así de signo.
La caricatura se acentúa con la especie de gorila infantil interpretado por Kurt Russell, que muestra la fruición ante las chicas junto con su pasión destructiva, mientras que el tono de cuento moral aparece hacia la mitad con el diálogo entre el sheriff y su hijo.
Von Trier declaraba en Cannes, en la conferencia de prensa de Anticristo, que él hace las películas para sí mismo y que nosotros somos solo sus invitados… yo me complazco al imaginar que Tarantino, por su lado (no digo que siempre), hace películas para sus amigos, y que uno bien podría ser uno de ellos...
Me encanta también la idea –la realidad– de que Tarantino se basó en su amistad valiosa con grupos de chicas y que hasta transcribió diálogos de ellas para su película. Tarantino, acusado (no sin razones) de nihilismo además de violencia gratuita, posee sin embargo la delicadeza y la sensibilidad para lograr una película femenina, aún más que feminista. Me gusta que se trate de una película femenina, tan femenina, que eso llegue a molestar a algunos. Un hombre mirando a las mujeres. La consigna. Tratar de entenderlas, no cansarse de mirarlas.
M.C.
La Cinefilia no es patriota

Saturday, May 30, 2009

ACCIDENT (1967), DE JOSEPH LOSEY


Un solitario, un nocturno, un decisivo evento sonoro que se producirá al pie de una bonita casa, rodeada de verde y muy británica, será el emblema ‘no-humano’ de la película. Acto seguido, Losey compone una de las mejores imágenes de su filmografía. Se prodiga al mostrar -en tableau vivant- algo que me devolverá el pathos de Crash, de David Cronenberg, con una escena análoga a otra, generada dos décadas más tarde. Similar fusión, similar ‘frialdad’, total fascinación; la de la carne, inconsciente, golpeada y herida latiendo -o ya no- yacente, pero contemplada como si fuera indispensable extraer de ella cualidades abstractas… Un mensaje… El accidente de auto es (será) la grieta a través de la cual todo será visible. Para entender, habrás de meterte dentro de la grieta, la narración es esa grieta, la película es la grieta; si quieres, llámala flashback. Peso sensual, observación aguda… Joseph Losey no construye sus películas exactamente como lo haría un Nicolas Roeg pero hay algo de Roeg aquí. Diferencias. Sin romanticismo. Sin mayores efusiones, excepto tal vez la de un grito puntual, corto, que escapa y luego se atrapa a sí mismo.
Pensándolo un poco, Accident bien podría llamarse con un nombre menos sexy; seco, del todo justo: Determinism. Pues nada hay que se perciba ‘accidental’. Pocas puestas en escena me resultaron tan planificadas, tan calculadas, a despecho de esos zooms de apariencia descuidada y errática. Lo menos accidental de todo tenía que ser el accidente, que abre y cierra la película, si bien de modos diferentes, pero no solo a la manera de cortinas que marcan el hola y el adiós de una representación. El accidente, por el contrario, me parece la sustancia más preciosa, puerta de entrada, cuchillo que raya el vidrio; la fisura que hace que toda esa perfección matemática de la que Losey hace gala (que deleita, que irrita, que fascina, que asfixia) se tambalee y se cargue de los más poderosos sentidos y respire, elegante, insidiosa, siniestra. El deseo se desata pero solo por hilachas. El deseo queda atado. La fuerza de lo no-dicho envenena todo en todas direcciones. Diálogos que flotan en la superficie, simulando inocencia; insinuación sensual engendradora de bellezas y violencias. En la apacible cotidianidad soleada, matutina, aquel sonido del principio vuelve. No se ha ido, no se irá. Es la condena a ese mundo, el deseo de otra vida más auténtica, no la que se pudre recubierta bajo la hipocresía burguesa.
M.C.
La Cinefilia no es patriota

Friday, May 29, 2009

EL PREMIO (2009), DE ALBERTO DURANT




Yo le reconozco a Alberto Durant una cosa: recordé mi infancia gracias a su película. Lassie, Rintintín, Tarzán de los monos, Bonanza, El Gran Chaparral, La Familia Ingalls… regresaron en tropel, tomados de la mano, cual gran finale de 8 1/2 o Deconstructing Harry, mientras veía El Premio. Eso fue lo mejor. Y lo peor también: con ellos, regresó esa molesta sensación de que me mentían, de que nada podía ser tan rematadamente ingenuo como lo que me contaban; la bondad de los buenos, la maldad de los malos; cuán deprimente a fuerza de ‘bueno’: tonto, simplón, torpe, risible, sin espesor y sin fuerza; en vez de ‘bueno’ como energía moral transformadora o desarrollo consecuente de alguna idea de valor.

Un hombre de la sierra gana un premio, y la historia juega a que el premio debería ser recuperar el respeto de su hijo y re-establecer una relación con él. El padre es tan sutil que quiere comprar el amor del hijo con dinero en vez de enfrentarse a él y contarle la verdad. La vida del protagonista está signada por la culpa y no sale de ahí. Y no hay casi nada más.

El aburrimiento florece y da frutos, y no por causa de densidades no inmediata y fácilmente asimilables –en razón de su novedad, extrañeza o radicalidad– sino por ausencias esenciales. En cambio, veamos qué hay: simplismo falsificador, en su versión más zombi; el máximo conformismo, que se traduce en clichés que a lo único que se arriesgan es a hundir la pobre película hasta el fondo en el ridículo; populismo sin un sentimiento fino de lo popular, barato, incluso grosero, que desprecia al público fingiendo halagarlo con caricaturas mal dibujadas, en vez de elevarlo; una inverosimilitud de cartón mojado pese a las locaciones; una cortedad de miras alarmante en cada soso encuadre, en la monótona iluminación, en los giros previsibles, en la indigencia de la dirección de actores.

Y cómo no, El Premio es un castigo cuya calidad es notoriamente inferior a aquellas pobres, tristes series ultraconservadoras, indignas de un Capra o de un Ford moribundos o desmayados. Lassie sin Lassie, Rintintín sin Rintintín, Familia Ingalls sin Familia Ingalls… Eso es en esencia El premio. O dicho de otra forma, televisión peruana. Sentí pena por un cineasta increíble, terrible, patéticamente ingenuo, que no pudo imitar, siquiera con mediocridad, modelos ya caducos. El desfase mental de El Premio es, sin duda, su auténtico tema; su incapacidad asombrosa, casi genética, para asimilar o crear algún modelo que le sirva para captar al hombre, el mundo, la vida; lo complejo. Era mala televisión en una pantalla muy grande para la absoluta insignificancia de lo que se mostraba a mis ojos.

Mario Castro Cobos


La Cinefilia no es patriota


Wednesday, May 27, 2009

HOY, A LAS 7, VENTANA INDISCRETA PRESENTA SU PRIMER NÚMERO


Revista de cine de carácter temático y de periodicidad semestral, publicada por la Facultad de Comunicación de la Universidad de Lima, dedica su número debut a la revisión de lo que ocurrió durante la primera década del siglo, tanto en los campos del documental como de la ficción, la tecnología digital, el cine de autor, directores más destacados, el boom asiático, entre otras palpitantes cuestiones.
Se rescatan textos críticos del recordado Constantino Carvallo. Escriben, en esta edición: Natalia Ames, Ricardo Bedoya, Emilio Bustamante, José Carlos Cabrejo, John Campos Gómez, Luis Antonio Casuso, Oscar Contreras, Elder Cuevas, Mónica Delgado, Jorge García, Alex Guerrero, Isaac León Frías, Antolín Prieto, Javier Protzel, Gabriel Quispe, Miguel Rivero y Eduardo A. Russo.
Se anuncian desde ya números especiales sobre el cine latinoamericano y el cine peruano a lo largo de esta década.
La presentación se realizará en la sala Ventana indiscreta, en el campus de la Universidad de Lima. Se proyectará además 12:08, al este de Bucarest, de Corneliu Porumboiu. La revista se encuentra a la venta en las principales librerías a S/.12 y en la librería Libún de la Universidad de Lima (Pabellón V) a S/. 9. Con este precio estará a la venta en la entrada de la sala, el día de la presentación. La entrada es libre. El editor es José Carlos Cabrejo.
La Cinefilia no es patriota

Tuesday, May 26, 2009

SOLIDARIDAD CON UN BLOG Y LLAMADO A LA TOLERANCIA A OTRO


Si el Señor Pepe Derteano quiere formar parte de la crítica de cine en el Perú, pues bienvenido. Pero siga las reglas de la democracia, Señor. Tanto usted como los integrantes de su grupo.

Si el Señor Pepe Derteano quiere desprestigiarse aún más (el blog lleva su nombre, es su blog: los comentarios agraviantes salen de personas de su blog), solo tiene que hacer una cosa; seguir permitiendo que algunos integrantes de su página se muestren nítidamente intolerantes, y que insulten, agravien y amenacen con la misma facilidad con que respiran.

Me solidarizo con Ricardo Bedoya, editor, y con los demás miembros del blog Páginas del Diario de Satán que hayan sido objeto de este maltrato, lo mismo que con Rodrigo Bedoya. Sé de qué se trata, pues yo también he recibido varias misivas de estas personas.

Teniendo fe en la humanidad, y pensando que, sino todos, muchos de los integrantes del Blog de Pepe Derteano son personas inteligentes y reflexivas, estoy seguro de que demostrarán ser perfectamente capaces de defender sus posiciones con energía, sí, pero también con la propiedad deseable y debida.

Así, en el ejercicio de la libre inteligencia y la tolerancia mutua, saldremos ganando todos.

Mario Castro Cobos


La Cinefilia no es patriota




CRONOLOGÍA DE UN INTENTO DE CENSURA. O DE UNA MALA COMPRENSIÓN DE LECTURA. O DE UNA MALA COMPRENSIÓN DE LO QUE ES LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN.


Ayer me di un paseíto por la prestigiosa y en extremo útil lista de Cinemaperú, a la que estoy feliz de pertenecer y a la que por supuesto seguiré perteneciendo, con el fin de difundir la Carta abierta a un grupo de cineastas y productores cinematográficos -aparte del Ciclo de cine en la Cayetano Heredia-. Me gusta el debate, me parece bueno, me parece básico. Me sorprendió (¿inocente de mí?) encontrarme con que más de un distinguido y respetable miembro de la lista tenía nociones un tanto raras acerca de lo que es la libertad de expresión. Me parece necesaria, sobre todo en un país como el nuestro, el Perú, la frontalidad, y no por ejemplo las cartas de publicación opcional y por lo bajo, y las amenazas veladas y las sibilinas recomendaciones a directores de diarios. La Carta abierta aconsejaba, sí, con algo de ironía, pero más importante, con sensatez, a los firmantes definir cuál era su posición; si no lo hacían, si callaban... cabía pensar entonces que la censura les parecía buena. Al parecer, ya no exisitiría el beneficio de la duda... o eso es lo que ahora parece que piensan los firmantes de una nueva carta, esta vez de Apreci, para ellos.
Desde este blog invocamos al grupo de cineastas y productores cinematográficos a hacer uso de su libertad de expresión, queremos saber qué pasó, qué piensan ellos. Eso y no otra cosa es lo que corresponde en una democracia. De otro modo, su silencio, no sé si los condena, pero por lo menos me parece que no les hace ningún bien.
Mario Castro Cobos
Repasemos entonces la cronología de estos hechos.
La crítica original de Alonso Izaguirre en Perú 21.
http://peru21.pe/impresa/noticia/mas-retrocesos-cine-durant/2009-05-07/245924


Una nueva versión de la misma crítica en La Cinefilia no es patriota (por cuestión de derechos, no se puede publicar la misma crítica, además ahí se explaya algo más):
http://lacinefilianoespatriota.blogspot.com/2009/05/sobre-el-premio-2009-de-alberto-durant.html

Carta (sintetizada por razones de espacio del periódico) de un grupo de cineastas y productores cinematográficos:
http://lacinefilianoespatriota.blogspot.com/2009/05/sobre-critica-film-peruano-el-premio.html

Un colaborador del blog retrata la situación:
http://lacinefilianoespatriota.blogspot.com/2009/05/proposito-de-una-carta-de-desagravio.html

Alonso Izaguirre responde a la carta que intenta censurarlo.
http://lacinefilianoespatriota.blogspot.com/2009/05/el-miedo-por-alonso-izaguirre.html

Dudas de Ricardo Bedoya. Aclaración de Alonso Izaguirre. Versión íntegra de la Carta.
http://lacinefilianoespatriota.blogspot.com/2009/05/aclaraciones-indispensables.html
Aparición y desaparición de Alberto Durant del Blog de Pepe Derteano.
http://www.cinencuentro.com/2009/05/19/el-premio-pura-polemica/

Carta abierta a la opinión pública y a un grupo de cineastas y productores cinematográficos.
http://lacinefilianoespatriota.blogspot.com/2009/05/carta-abierta-la-opinion-publica-y-un.html
Comunicado de Apreci.
La Cinefilia no es patriota

COMUNICADO DE LA ASOCIACIÓN DE PRENSA CINEMATOGRÁFICA (APRECI)


La Asociación Peruana de Prensa Cinematográfica (APRECI) rechaza los términos injuriantes de la carta que un grupo de cineastas envió al diario Perú21, en respuesta a la crítica del colega Alonso Izaguirre a la película nacional El premio, de Alberto Durant, publicada el jueves 7 de mayo en dicho medio.

Acusar falsamente a un periodista de cometer agravio a la persona de un cineasta, supuestamente como parte del análisis crítico de su obra, es un burdo intento de desacreditar su opinión, y por ende una señal de intolerancia inaceptable que atenta contra la libertad de expresión. Esta actitud en nada contribuye al diálogo necesario entre los diferentes sectores de nuestra cinematografía para su mayor desarrollo y evolución, precisamente en el año en que una cinta peruana ha conseguido un valioso premio internacional.

APRECI expresa su solidaridad con Alonso Izaguirre, y defiende el derecho de los críticos a manifestarse democráticamente sobre las películas nacionales, las cuales no requieren un trato condescendiente para mostrar su calidad. Finalmente, invoca a la comunidad cinematográfica en general, a fomentar un clima de respeto mutuo y comprensión de los diversos roles que giran alrededor de la actividad fílmica en nuestro país.

Lima, 25 de mayo de 2009


Natalia Ames, presidenta de APRECI
DNI 41814544

Juan José Beteta
DNI 10788518

Diego Cabrera Berrocal
DNI 41307121

Mario Castro Cobos
DNI 08875544

Claudio Cordero Goytizolo
DNI 10589006

Rossana Díaz Costa
DNI 09643796

Jorge Esponda Jara
DNI 40045793

Leny Fernández Huerta
DNI 41047514

César Guerra Linares
DNI 10278648

Sebastián Pimentel
DNI 10274203

Rodrigo Portales Fidel
DNI 09600331

Erick Quispe Jara
DNI 42056619

Gabriel Quispe Medina
DNI 10280581

Luis Ramos Choqueconza
DNI 10143811

Laslo Rojas Contreras
DNI 40747806

José Romero Carrillo
DNI 09835167

José Raúl Sarmiento Hinojosa
DNI 41340196

Claudia Ugarte Valencia
DNI 40578652


www.apreci.org
apreciperu@gmail.com


La Cinefilia no es patriota

Monday, May 25, 2009

HOY, A LAS 7, EN LA CAYETANO HEREDIA: XALA, DE OUSMANE SEMBENE

Lunes. 7 de la noche. Av. Armendáriz 445, Miraflores. Ingreso Libre.



COLLAGE COMO POLÍTICA



Lunes 25 de Mayo:

Xala (Impotencia. Senegal. 1975. 123 min), de Ousmane Sembene. Ningún director africano ha criticado las pretensiones y la corrupción de sus gobernantes más severamente que Sembene, ni lo ha hecho de manera tan hilarante. La clase gobernante llega a ser contrastada con un grupo de mendigos, que representan al pueblo y la exacta venganza contra Kader; primero, imponiéndole una ‘maldición’ y luego desnudándolo y escupiéndolo para liberarlo de ella. (Derek Malcolm).

Crítica de Derek Malcolm

http://film.guardian.co.uk/Century_Of_Films/Story/0,4135,414318,00.html

Análisis de Phoebe Koch

http://www.postcolonialweb.org/africa/senegal/ousmane/xala.html

Crítica de Emma Lennox

http://montagefilmjournalism.blogspot.com/2008/06/remembering-ousmane-sembne-xala-review.html


Strictly Film School
http://www.filmref.com/directors/dirpages/sembene.html

Xala, la novela

http://www.wmich.edu/dialogues/texts/xala.html

Toda la información sobre el Ciclo:
http://lacinefilianoespatriota.blogspot.com/2009/04/ciclo-de-cine-collage-como-politica-en.html

La Cinefilia no es patriota

Sunday, May 24, 2009

BENEDETTI, LA LIBERTAD


¿Cómo explicarle a un niño la libertad? Absurdo, ¿no? pues él la encarna. ¿Cómo explica un niño la libertad? También absurdo, porque él la vive. Aún así, Benedetti lo intenta aquí. Valga el pequeño homenaje (M.C.)
Libertad es una palabra enorme. Por ejemplo, cuando terminan las clases, se dice que una está en libertad. Mientras dura la libertad, una pasea, una juega, una no tiene por qué estudiar. Se dice que un país es libre cuando una mujer cualquiera o un hombre cualquiera hace lo que se le antoja. Pero hasta los países libres tienen cosas muy prohibidas. Por ejemplo matar. Eso sí, se pueden matar mosquitos y cucarachas, y también vacas para hacer churrascos. Por ejemplo está prohibido robar, aunque no es grave que una se quede con algún vuelto cuando Graciela, que es mi mami, me encarga alguna compra. Por ejemplo está prohibido llegar tarde a la escuela, aunque en ese caso hay que hacer una cartilla mejor dicho la tiene que hacer Graciela, justificando por qué. Así dice la maestra; justificado.
Libertad quiere decir muchas cosas. Por ejemplo, si una no está presa, se dice que está en libertad. Pero mi papá está preso y sin embargo está en Libertad, porque así se llama la cárcel donde está hace ya muchos años. A eso el tío Rolando lo llama qué sarcasmo. Un día le conté a mi amiga Angélica que la cárcel en que está mi papi se llama Libertad y que el tío Rolando había dicho que era un sarcasmo y a mi amiga Angélica le gustó tanto la palabra que cuando su padrino le regaló un perrito le puso de nombre Sarcasmo. Mi papá es un preso, pero no porque haya matado o robado o llegado tarde a la escuela. Graciela dice que papá está en Libertad, o sea está preso, por sus ideas. Parece que mi papá era famoso por sus ideas. Yo también a veces tengo ideas, pero todavía no soy famosa. Por eso no estoy en Libertad, o sea que no estoy presa.
Si yo estuviera presa, me gustaría que dos de mis muñecas, la Toti y la Mónica, fueran también presas políticas. Porque a mí me gusta dormirme abrazada por lo menos a la Toti. A la Mónica no tanto, porque es muy gruñona. Yo nunca le pego, sobre todo para darle ese buen ejemplo a Graciela. Ella me ha pegado pocas veces, pero cuando lo hace yo quisiera tener muchísima libertad. Cuando me pega o me rezonga yo le digo Ella, porque a ella no le gusta que la llame así. Es claro que tengo que estar muy alunada para llamarle Ella. Si por ejemplo viene mi abuelo y me pregunta dónde está tu madre, y yo le contesto Ella está en la cocina, ya todo el mundo sabe que estoy alunada, porque si no estoy alunada digo solamente Graciela está en la cocina. Mi abuelo siempre dice que yo salí la más alunada de la familia y eso a mí me deja muy contenta. A Graciela tampoco le gusta demasiado que yo la llame Graciela, pero yo la llamo así porque es un nombre lindo. Sólo cuando la quiero muchísimo, cuando la adoro y la beso y la estrujo y ella me dice ay chiquilina no me estrujes así, entonces sí la llamo mamá o mami, y Graciela se conmueve y se pone muy tiernita y me acaricia el pelo, y eso no sería así ni sería bueno si yo le dijera mamá o mami por cualquier pavada.
O sea que la libertad es una palabra enorme. Graciela dice que ser un preso político como mi papá no es ninguna vergüenza. Que casi es un orgullo. ¿Por qué casi? Es orgullo o es vergüenza. ¿Le gustaría que yo dijera que es casi vergüenza? Yo estoy orgullosa, no casi orgullosa, de mi papá, porque tuvo muchísimas ideas, tantas y tantísimas que lo metieron preso por ellas. Yo creo que ahora mi papá seguirá teniendo ideas, tremendas ideas, pero es casi seguro que no se las dice a nadie, porque si las dice, cuando salga de Libertad para vivir en libertad, lo pueden meter otra vez en Libertad. ¿Ven como es enorme?
De: Primavera con una esquina rota (1982)
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Saturday, May 23, 2009

CARTA ABIERTA A LA OPINIÓN PÚBLICA Y A UN GRUPO DE CINEASTAS Y PRODUCTORES CINEMATOGRÁFICOS


A raíz de la naturaleza enigmática de la carta publicada por el diario Perú21 el día sábado 16 de mayo -carta suscrita por un grupo de cineastas y productores cinematográficos-, nos vemos en la más viva necesidad de compartir con la opinión pública y los cineastas y productores cinematográficos firmantes de la misma, una impostergable y pedagógica reflexión.
Si bien podemos ponernos, en nuestra condición de seres humanos, en el lugar de los cineastas y productores cinematográficos, y comprender que pudieron haberse sentido ofendidos y lastimados en su amor propio, debido (queremos creer) a un error de comprensión de lectura, es nuestro deber recordarles, si éste no fuera el caso, que es la libertad de expresión -esencia de la democracia- aquello que permite tanto la existencia de sus películas como a nosotros el expresar nuestros libres pensamientos sobre ellas.
Deseamos, por tanto, expresar nuestra solidaridad con el colega Alonso Izaguirre, crítico de Perú21, puesto que no ha hecho más que ejercer su derecho a la libertad de expresión, valor -nunca estará de más recordarlo- supremo e inalienable; valor que, nos resistimos con todas nuestras fuerzas a creerlo, los cineastas y productores cinematográficos firmantes no comprendan ni respeten o hayan olvidado en el camino; en tal sentido, nos gustaría, no precisamente por nosotros, sino por el bien de ellos mismos y su bien ganado prestigio, una aclaración rotunda e inequívoca de parte de los firmantes de esa carta en relación con este delicadísimo punto en particular.

Jaime Akamine
DNI 07529050

César Bedón Rivera
DNI10307392

Diego Cabrera Berrocal
DNI 41307121
Raúl Cachay
DNI10470202

Mario Castro Cobos
DNI 08875544

Claudio Cordero
DNI 10589006

Raúl Del Busto
DNI 10278260

Juan Carlos Fangacio
DNI 45083036

Leny Fernández
DNI 41047514

César Guerra
DNI10278648

Cintia Inamine
DNI 10223150

Werner Jungbluth
DNI 40185481

Martín Mauricio
DNI 07881841

Mariana Melo-Vega
DNI 42510298

César Miranda
DNI 41165680

Sebastián Pimentel
DNI 10274203

Karla Ramírez
DNI 70364458
Luis Ramos
DNI 10143811

José Sarmiento
DNI 41340196

Yusef Simon
DNI 46560491

José Tsang
DNI 00143751

Claudia Ugarte
DNI 40578652

Eugenio Vidal
DNI 42444635

Fernando Vílchez Rodríguez
DNI 40817877

Ernesto Zelaya
DNI 41798205
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Friday, May 22, 2009

ACLARACIONES INDISPENSABLES




UNO. Ricardo Bedoya, editor del blog Páginas del Diario de Satán, acaba de publicar una nota llamada Aclaración Indispensable, que reproducimos aquí:
Viernes 22 de mayo de 2009
Una aclaración indispensable
La Asociación de productores cinematográficos del Perú nos ha enviado unos documentos que contienen el texto original de la crítica a El premio hecha por Alonso Izaguirre en el diario Perú 21.
Nos hacen notar que en su publicación original se lee el párrafo siguiente. "Los que patearon sin misericordia a Daniel Ró por su mal debut en el cine de ficción con El acuarelista, que se manifiesten ahora, y que sean igual de inmisericordes con un cineasta como Durant (...)"
Sin embargo, en la versión publicada luego en otro blog (La cinefilia no es patriota) y más tarde en otros más, como Páginas del diario de Satán, se lee lo siguiente: "Los que patearon sin misericordia a Daniel Ró por su mal debut en el largometraje de ficción con El acuarelista, que se manifiesten ahora, y que sean igual de exigentes con un cineasta como Durant (...)"
Dejamos constancia de esa modificación en el texto.
Sobre eso, hay que decir dos cosas:

1- El cambio no modifica la opinión sostenida antes: En ninguna de las dos versiones de la crítica de Izaguirre encontamos expresión de un agravio personal contra el cineasta.

2- Es reprobable la modificación hecha en la publicación posterior del texto. Las reproducciones y citas de la crítica de Izaguirre debieron haber respetado cada una de las palabras usadas en el original. Ignoramos quién o por qué lo haya hecho, pero se trata de una manipulación inaceptable desde cualquier punto de vista.
Lamentamos, por eso, haber citado en este blog esa versión adulterada de la crítica.
Publicado por Páginas del diario de Satán en 10:04



DOS. Alonso Izaguirre envía, a manera de comment, al blog de Ricardo Bedoya, y luego, como mail a este blog, el texto siguiente:

Sr. Ricardo Bedoya:

Para aclarar:

El cambio del texto lo hice yo, y no otra persona. De hecho, al final del post colgado en La cinefilia no es patriota se hizo mención de lo siguiente: “texto publicado originalmente en Perú.21 con ligeras modificaciones”. Siempre lo he hecho así las veces que he colaborado en dicho blog por una cuestión de derechos, ya que el material que publico le pertenece al diario.
En todo caso, no me parece que eso cambie el trasfondo de la alusión a la incursión de Daniel Ró en el largometraje, y de cómo se le pidió que dejara de filmar por los errores de su incursión en el largo –lo que, en lo personal, me pareció desatinado e injusto para un cineasta que presentaba su primer largo ante el público–.
Como ya lo señalé, respeto que ese grupo de cineastas y productores critiquen mi texto. Sin embargo, lo que me llama la atención es que los firmantes, encabezados por un docente universitario y cineasta, Augusto Tamayo, le sugieran al director del medio en el que trabajo que “revise” la columna que tengo. ¿Para qué? ¿Con qué fin se hace este pedido? Tal vez alguno de los adherentes al mail pueda aclarar la razón.
Finalmente, y como ya lo dejé en claro, no insulté al señor Alberto Durant –nunca he practicado el comentario ad hominem, que me parece nefasto–, ni soy matón de esquina como sostiene esa asociación. Pero sobre todo, mis opiniones no lindan, ni lo pretenden, con cacería de brujas alguna –esta mención, hecha con acentuada perfidia, me la van a tener que demostrar punto por punto los señores de la asociación, punto por punto–.
Si tanta mala leche le tengo al cine peruano, por qué me han calificado de “conmovedor ingenuo” por esperar mejores películas de Durant. Me pregunto yo, ¿qué impediría que ese cineasta filme un título respetable más adelante?
PD. Mantengo con usted y con Isaac León Frías sustanciales diferencias con respecto al cine peruano, pero agradezco la postura que tomaron en referencia al comunicado de la asociación.

Le reenvío a usted la carta que la asociación mandó al director de Perú.21 y verá que en ella figuran solo 18 personas, y no 20 como ahora se quiere hacer creer.

Alonso Izaguirre
TRES. La Carta.
-----Mensaje original-----
De: DPOP Du Bois Freund Fritz
Enviado el: Martes, 12 de Mayo de 2009 08:15 p.m.
Para: DPOP Izaguirre Godoy Alonso; DPOP Chueca Costa Jose G.; DPOP Palacios Yabar Mijail
Asunto: RV: Comentario sobre "El Premio"
-----Mensaje original-----
De: Tamayo San Roman Augusto Enrique [mailto:Atamayo@correo.ulima.edu.pe]
Enviado el: martes, 12 de mayo de 2009 17:36
Para: DPOP Director
Asunto: RV: Comentario sobre "El Premio"
Estimado Sr. Director
Los abajo firmantes, cineastas peruanos, tienen el agrado de saludarlo muy atentamente y dirigirse a usted para expresarle nuestra consternación por la publicación de la crítica cinematográfica publicada en su diario el día 7 de mayo sobre la película "El Premio" del director Alberto Durant. Como cineastas estamos a favor de la libertad crítica más absoluta en el momento de valorar una película, pero consideramos totalmente inaceptable utilizar la crítica como un permanente mecanismo de agresión y agravio a la persona y de exposición de una postura visceral y arbitraria contra el cine peruano, tal como lo hace reiteradamente el crítico Alonso Yzaguirre.
En el presente caso el autor de la columna vuelve a practicar la adjetivación ofensiva contra la persona como forma de comentario cinematográfico, llegando a incitar a una suerte de linchamiento crítico personalizado y general al solicitar que "los que patearon sin misericordia a Daniel Ro por su mal debut en el cine de ficción con "El acuarelista", que se manifiesten ahora, y que sean igualmente inmisericordes con un cineasta como Durant". Creemos que resulta deplorable que se conciba la crítica como algo que endilga patadas y que éstas deben repartirse a diestra y siniestra, cual matones de esquina, contra personas cuyo único delito -por el que merecen la pateadura- es haberse esforzado por hacer una película peruana. Esta incitación linda con la cacería de brujas por el mero hecho de hacer una película que no es del agrado del crítico de turno. Tales expresiones parecen corresponder más a algún blog de adolescentes exaltados que a un comentario crítico responsable de un diario como Perú21.
Esta carta no tiene la pretensión de ser publicada, aunque si lo fuera no nos oponemos a ello; lo que le solicitamos Sr. Director es que pueda usted releer esta columna en el diario que usted dirige y la compare con las columnas de crítica que en su mismo diario se escriben sobre otras áreas de la cultura como la literatura, el arte, la música y el teatro, escritas muchas de ellas con afán provocador, es verdad, pero centradas en las obras y no en la adjetivación contra los autores. Como prueba de la gratuita animadversión contra el cine peruano transcribimos la siguiente cita publicada el 28 de diciembre de 2008: "...el cine local, cuyo panorama deprimente no tiene visos de esperanza" escrita tres meses después que la película peruana "Dioses" ganara el Festival de Cine de Biarritz, y dos meses antes de que la película peruana "La Teta Asustada" ganara el más importante premio del cine mundial, el Oso de Oro de Berlín. Todos, incluidos los críticos, tienen derecho a expresar su opinión y a equivocarse, pero es sintomático que dicha opinión desesperanzada y desesperanzadora se equivoque tanto y tan seguido con respecto al cine peruano.
Augusto Tamayo, director de cine, presidente de la asociación de productores cinematograficos del Perú
Gustavo Sánchez, productor de cine
Francisco Lombardi, productor y director de cine
Daniel Rodríguez, productor y director de cine
Nathalie Hendrickx, productora de cine
Fabrizio Aguilar, director de cine
Ana Roca Rey, productora de cine
Enid Campos, productora de cine
Sandro Rossi, director de cine
Francisco Adrianzén, sonidista
Aldo Salvini, director de cine
Cusi Barrio, productor de cine
Edgardo Guerra, director de cine
Judith Vélez, productora y directora de cine
Álvaro Velarde, director de cine
Jimena Rodríguez, postproductora de cine
Graciela Yzaguirre, asistente de dirección de cine
Frank Pérez Garland, productor y director de cine
La Cinefilia no es patriota

Wednesday, May 20, 2009

EL MIEDO, POR ALONSO IZAGUIRRE


La carta enviada a Perú.21 -más precisamente, a su director, Fritz Du Bois- está suscrita por Augusto Tamayo, Gustavo Sánchez (productor de cine), Francisco Lombardi, Daniel Rodríguez, Nathalie Hendrickx (productora), Fabrizio Aguilar, Ana Roca Rey (productora), Enid Campos (productora), Sandro Rossi, Francisco Adrianzén (sonidista), Aldo Salvini, Cusi Barrio, Edgardo Guerra, Judith Vélez, Álvaro Velarde, Jimena Rodríguez (postproductora), Graciela Yzaguirre (asistente de dirección) y Frank Pérez Garland.
Que no les guste el texto sobre El premio, y que lo critiquen, es una cosa -bien por ello, lo agradezco y lo respeto-, pero el asunto se pone serio cuando ustedes presentan el siguiente párrafo que transcribo a continuación, y que no se publicó en el diario por cuestiones de espacio:
Esta carta no tiene la pretensión de ser publicada, aunque si lo fuera no nos oponemos a ello; lo que le solicitamos Sr. Director es que pueda usted releer esta columna en el diario que usted dirige y la compare con las columnas de crítica que en su mismo diario se escriben sobre otras áreas de la cultura como la literatura, el arte, la música y el teatro, escritas muchas de ellas con afán provocador, es verdad, pero centradas en las obras y no en la adjetivación contra los autores.
Perdón, pero, ese estilacho es el mismo que usan los Bonanno, Colombo, Genovese, Gambino y Lucchese para amedrentar a sus pagadores en Nueva York. ¿Así se han venido manejando las cosas en el cine nacional, enviando mails a los directivos de medios para poner en orden a todo aquel que no concuerda con lo mostrado en ciertos filmes?
En otra parte, ustedes afirman: Es inaceptable utilizar la crítica como un mecanismo de agresión y agravio a la persona y de exposición de una postura visceral y arbitraria contra el cine peruano, tal como lo hace reiteradamente el crítico Alonso Izaguirre. Visceralidad sí, lo reconozco. Pero el agravio no. Y tampoco estoy en contra del cine peruano, esa ridiculez es inventada por ustedes. Además, ¿quién les ha endilgado el papel representativo del CINE PERUANO? No sabía que las películas de Durant eran EL CINE PERUANO, que los títulos de Lombardi eran EL CINE PERUANO, que las cintas de Tamayo eran EL CINE PERUANO, o que el cine de Pérez Garland también adquiría esas macrodimensiones. Ese es el grave problema del cine nacional, que algunos lo ven como su chacra privada, en la que pueden hacer y deshacer como les venga en gana. ¿Quiénes se creen para exigir que las personas comenten u opinen sí o sí a favor de las películas peruanas? Eso se llama fascismo.
Otra más: Esta incitación linda con la cacería de brujas por el mero hecho de hacer una película que no es el agrado del crítico de turno. ¡¿Cacería de brujas?! Otra vez chicos se ponen en el papel de víctimas, y no entiendo por qué, si no son realizadores o productores marginales. Algunos de ustedes, incluso, han ganado casi siempre los premios de Conacine y los apoyos de Ibermedia, por no mencionar ciertas ventajas que dos o tres nombres de los adheridos a la carta tuvieron con la Ley No.19327, Ley de Promoción de la Industria Cinematográfica, que rigió entre 1972 y 1992, promulgada por el dictador de turno, Juan Velasco Alvarado.
Él vuelve a practicar la adjetivación ofensiva contra la persona como forma de comentario cinematográfico”. Eso no lo he hecho, y no lo haré jamás. Ustedes mienten con alevosía, y saben que lo están haciendo.
Resulta deplorable que se conciba la crítica como algo que endilga patadas y que estas deben repartirse a diestra y siniestra, cual matones de esquina, contra personas cuyo único delito es haberse esforzado por hacer una película peruana. Es una pena que no se sepa leer, pese a que hay algún docente universitario entre los adherentes. Esa parte de la nota la escribí para dar a conocer como se actuaba de manera injusta contra Daniel Ró -cuánta paradoja, uno de los nombres que figuran en la carta de queja-, a quien incluso se le pidió que dejara de filmar por los malos resultados de El acuarelista, y cómo se es más condescendiente con Alberto Durant, una persona a la que, por lo visto, no se le puede decir ni pío. Supongo que los muchachos de la carta encabezada por el señor Tamayo habrán protestado ante el director del medio donde se hizo semejante pedido, ¿no?
Como prueba de la gratuita animadversión contra el cine peruano, transcribimos la siguiente cita publicada el 28/11/08: ‘…el cine local, cuyo panorama deprimente no tiene visos de esperanza’, escrita tres meses después de que la película peruana Dioses ganara el Festival de cine de Biarritz y dos meses antes de que la película peruana La teta asustada ganara el más importante premio del cine mundial, el Oso de Oro de Berlín. Es sintomático que la opinión desesperanzada y desesperanzadora se equivoque tanto y tan seguido con respecto al cine peruano. ¿De dónde se saca eso de que el Oso de Oro de Berlín es el principal premio del cine mundial? Pero incluso así, ¿acaso un reconocimiento internacional le otorga al cine peruano la categoría de peso regional? Otro cantar sería si el cine nacional tuviera presencia constante en Cannes, Venecia, Berlín, San Sebastián, Bafici, Ficco, etc.
Expresamos nuestra consternación por la crítica cinematográfica publicada en Perú.21 el 7 de mayo sobre la película El premio, del director Alberto Durant. Yo también sigo consternado por culpa de películas como El premio. Pero en fin, sigo adelante ¿no?
Alonso Izaguirre
La Cinefilia no es patriota

Monday, May 18, 2009

A PROPÓSITO DE UNA CARTA DE DESAGRAVIO


El sábado 16 de mayo, en el diario Perú21, Augusto Tamayo, Francisco Lombardi, Aldo Salvini, Frank Pérez Garland y Gustavo Sánchez —entre otras firmas— han publicado una carta de desagravio, en la cual acusan al periodista Alonso Izaguirre de conducta rencorosa y arbitraria. Los argumentos de semejante acusación no solo son endebles, sino también peligrosos y mendaces.
La manzana de la discordia es una crítica que, el 7 de mayo, Izaguirre le dedicó a El premio, última película de Alberto Durant. Los firmantes de la carta de desagravio consideran que Izaguirre ha incurrido en "(...) la adjetivación ofensiva contra la persona como forma de comentario cinematográfico". Sin embargo, cuando quieren ilustrar ese dictamen, no encuentran una cita más ácida que ésta: "(...) el cine local, cuyo panorama deprimente no tiene visos de esperanza". Ese deprimido diagnóstico, por cierto, lo comunicó Izaguirre en un texto anterior (por varios meses) a su crítica de El premio. ¿Una suerte de archivo y de seguimiento? Bah, no es necesario exagerar. Supongo que, en cualquier gremio, todos saben quién es quién.
Leamos de nuevo la cita en cuestión, pues, según los firmantes de la carta de desagravio, desnuda a Izaguirre como un rencoroso: “(…) el cine local, cuyo panorama deprimente no tiene visos de esperanzas”. ¿Es un insulto? ¿O, sencillamente, UNA OPINIÓN? Cuidado: un periodista que se vale de un medio masivo para ventilar rencores personales comete una falta ética gravísima. Si Augusto Tamayo, Francisco Lombardi, Aldo Salvini, Frank Pérez Garland y Gustavo Sánchez —entre otras firmas— tuviesen razón, y el periodista Izaguirre, en efecto, fuese un resentido, entonces habría que exigir que lo despidieran. Explícitamente, los firmantes de la carta de desagravio están acusando a Alonso Izaguirre de una falta que lo descalifica para el ejercicio profesional.
Así pues, resulta indispensable dilucidar el punto. ¿El rencor asfixia a Izaguirre? ¿Cómo es su hígado? Para ilustrar su mala entraña, para demostrar el disparate de sus juicios estéticos, los firmantes de la carta de desagravio ponen sobre el tapete un dato incuestionable, a saber, que, en Biarritz y en Berlín, recientemente, dos películas peruanas han obtenido premios. Es lícito colegir, pues, que, para Augusto Tamayo, Francisco Lombardi, Aldo Salvini, Frank Pérez Garland y Gustavo Sánchez —entre otras firmas—, el pensamiento crítico está supeditado a los premios. Si lo dijo el Festival de Esa Ciudad Prestigiosa Donde Hay Mucha Plata y Cultura, el opinante debe recular, dudar y amoldarse. ¿Conciben de esa suerte la crítica? ¿Es la clase de lecturas que aguardan para sus creaciones? ¡Oh, pasión por los jurados! ¡Oh, pasión por los veredictos! Pensar sería tan fácil. Ya lo habrían hecho otros.
He vuelto a leer el artículo de Izaguirre y no me satisface. Cuando dice, por ejemplo, que el “(…) trabajo [de Durant] con la propuesta cinematográfica es nulo”, tengo la firme sospecha de que no está diciéndome nada. Con negligencia, además, Izaguirre desliza que, en Alias la Gringa, se puede encontrar "(...) una exploración de la marginalidad". A fuerza de repeticiones, la crítica limeña ha forjado este lugar común. Conviene revisarlo. En Alias la Gringa, yo veo cierta tara no solo de la producción audiovisual peruana, sino de la cultura peruana: la copia, la importación de moldes, cierta autonegación. Yo veo cine de género.
Entre nosotros —copiando, a su vez, las ideas de Cahiers du cinéma—, la fundacional Hablemos de cine defendió, a capa y espada, el cine de género. A fines de los cincuenta, a principios de los sesenta, el hecho de que un cineasta de Hollywood también pudiera ser un artista tal vez haya sido un “descubrimiento” meritorio o audaz. Hoy, sin embargo, con la amplísima circulación de contenidos que posibilitan Internet y otras tecnologías, y en una coyuntura que, paradójicamente, uniformiza contenidos e identidades (se llama “globalización”), me parece necesario desconfiar de la agudeza de un crítico que se deslumbre, ¡que se siga deslumbrando!, ante el cine de género. Me parece pobre saludar a Clint Eastwood como “un último maestro”; me parece un desperdicio el melodrama de Pedro Almodóvar. Pero, ojo, es lo que yo siento; no es —lo juro— “(…) la adjetivación ofensiva contra la persona como forma de comentario cinematográfico"; es una idea. Me la sugirieron, claro está, otras ideas. Godard, en sus Histoire(s) du cinéma: el cine ha sido un arte del siglo XIX y, por consiguiente, es un medio aún inexplorado, en construcción. La obra ensayística de Octavio Paz: la ironía es el rasgo distintivo del arte del siglo XX, pues incorpora la crítica, impide el discurso romántico y desbarata the willing suspension of disbelief. Gilles Deleuze, en La imagen movimiento: la crisis de la creencia… Pues bien, cuando defiende una supuesta idoneidad de Alias la Gringa, Izaguirre califica, a mi modo de ver, en ese lote de críticos acríticos (o, por lo menos, críticos que no me sirven a mí). Puedo colegir lo siguiente: a Izaguirre le parece que el cine de acción es una buena manera para representar las matanzas de los penales; en consecuencia, puedo recomendarle Abril rojo, de Santiago Roncagliolo, un thriller trepidante (¡con guerra política como telón de fondo exótico!). Conmovedora, ingenuamente, Izaguirre se declara "(...) esperanzado de que Durant pueda volver a ilusionarme un poco con ese cine que le es cruelmente esquivo desde Alias La Gringa." Espero que estas discrepancias no originen una carta de desagravio, con las firmas en bloque del director de Perú21 y de El Trome.
Aquí, unas cuantas entradas más abajo, se reproduce la nota periodística de Izaguirre a propósito de El premio. El editor de este blog ha tenido la malicia de ilustrarla con una foto grotesca del productor televisivo Efraín Aguilar (alias Betito). Del texto crítico de Izaguirre, en efecto, se desprende tal idea, a saber, que los cálculos comerciales han acercado la película de Alberto Durant a fórmulas recientes de éxito televisivo. Cine-de-género-populachero. Punto. He aquí el gran agravio que Augusto Tamayo, Francisco Lombardi, Aldo Salvini, Frank Pérez Garland y Gustavo Sánchez —entre otras firmas— han denunciado.
¿Qué pensar, pues, de unos artistas que reaccionan así, en grupo, frente a la opinión desaprobatoria de un tercero? ¿Se puede crecer, madurar, sin incorporar las reflexiones ajenas? ¿Prefieren lecturas que partan de ‘las buenas intenciones’? ¿Quién los ha acostumbrado a esa clase de condescendencia? A mi juicio, los críticos cinematográficos del Perú —sé que forman un gremio— deben redactar y publicar, a la brevedad posible, una carta de apoyo al periodista Alonso Izaguirre; deben hacerlo, más allá de que les haya gustado o disgustado El premio. La razón es simple y compleja al mismo tiempo: el vergonzoso texto que han suscrito Augusto Tamayo, Francisco Lombardi, Aldo Salvini, Frank Pérez Garland y Gustavo Sánchez —entre otras firmas— contiene no solo una muestra de incomprensión clamorosa del ejercicio de la inteligencia (en cualquier ámbito), sino un manifiesto espíritu de censura social y una implícita apología del pensamiento único.
Carlos Zevallos Bueno
La Cinefilia no es patriota

Sunday, May 17, 2009

SOBRE CRÍTICA A FILM PERUANO “EL PREMIO”



Augusto Tamayo, Francisco Lombardi, Aldo Salvini, Frank Pérez Garland, Gustavo Sánchez (siguen los firmantes)



Expresamos nuestra consternación por la crítica cinematográfica publicada en Perú.21 el 7 de mayo sobre la película El premio, del director Alberto Durant. Es inaceptable utilizar la crítica como un mecanismo de agresión y agravio a la persona y de exposición de una postura visceral y arbitraria contra el cine peruano, tal como lo hace reiteradamente el crítico Alonso Izaguirre. Él vuelve a practicar la adjetivación ofensiva contra la persona como forma de comentario cinematográfico. Resulta deplorable que se conciba la crítica como algo que endilga patadas y que estas deben repartirse a diestra y siniestra, cual matones de esquina, contra personas cuyo único delito es haberse esforzado por hacer una película peruana. Esta incitación linda con la cacería de brujas por el mero hecho de hacer una película que no es el agrado del crítico de turno. Como prueba de la gratuita animadversión contra el cine peruano, transcribimos la siguiente cita publicada el 28/11/08: “…el cine local, cuyo panorama deprimente no tiene visos de esperanza”, escrita tres meses después de que la película peruana Dioses ganara el Festival de cine de Biarritz y dos meses antes de que la película peruana La teta asustada ganara el más importante premio del cine mundial, el Oso de Oro de Berlín. Es sintomático que la opinión desesperanzada y desesperanzadora se equivoque tanto y tan seguido con respecto al cine peruano.


Desde los años 70 se pide juzgar ‘las buenas intenciones’ en el cine peruano. Una película es buena o es mala al margen de su país de origen.



Tomado de Perú.21, edición del sábado 16 de mayo de 2009, Sección cartas y +, página 20.





La Cinefilia no es patriota

Friday, May 15, 2009

OLDBOY (올드보이, 2003), DE CHAN WOOK-PARK


Al verla, sabía que venía amparada por el hecho de haber ganado el Premio del Jurado en Cannes, y, algunas voces, más o menos autorizadas, decían que fue injusto, que debió llevarse la Palma de Oro, pero por cuestiones políticas no se la llevó; el momento en que ganó era el más adecuado: la ola de cine oriental ya estaba encima de nosotros, y nos hacía volver los ojos a Oriente en busca de nuevas posibilidades narrativas; y lo viciado que está el aire cinematográfico en Estados Unidos no encontró mejor desfogue que hacer terribles remakes asiáticos, y se anuncia ya uno de esta película.
En fin, cuando la vi, no me pareció la gran cosa -o quizás no la vi como se debería-, pero lo dejé ahí; tiempo después leí criticas muy halagadoras de de esta peli en Internet y mis amigos hablaban maravillas de dicha obra, así que volví a ella pero solo para dame cuenta de que me seguía pareciendo en verdad muy poca cosa. Ahora diré por qué.
La situación planteada es de por sí interesante: un hombre ebrio es sacado por su amigo de la cárcel y de la nada desaparece siendo mantenido prisionero durante quince años. En ese tiempo su esposa es asesinada y él es culpado del crimen; ahora suelto, busca a su hija y su venganza; desde el arranque hace que nos preguntemos por qué pasa todo esto, ya que el personaje del protagonista es mostrado como un insignificante hombrecillo que más parece un niño malcriado que quiere mucho a su hija y esposa; es tan insignificante, que lo que le ocurre está a la otra orilla del mar; de por sí el encierro es muy peculiar: no está encerrado en un sótano amarrado con cadenas como lo haría cualquier psicópata, la situación muestra que el secuestrado tiene a su servicio una maquinaria increíble para retenerlo, se entretiene en lo que puede, practica sombra de boxeo, se tatúa y se convierte en… ¡químico! ¿De dónde pudo saber que el gas que inhalaba era el que los rusos usaron con los Chechenos? Se enteró por la tele o algo así.






Sonríe porque alcanzó la importancia que en libertad no tuvo

Al salir empieza la venganza, o bueno, la venganza de la venganza, como al final sabemos. Aquí el asunto se vuele carambolesco y esto en exceso, en un afán rompedor, y de ocultar la entrañas de la venganza hasta el ultimo minuto, da giros a cada momento, tantos que llega a volverse falso, por ejemplo cuando parece que el asunto se va ir de boca, y nos van a dar un dato importante usa un viejo truco, que se usaba mucho en series de tv como 90210 y Melrose Place, y que es: “un diálogo bien puesto en cierta parte puede hacer que una situación tonta pueda funcionar”, acá sirven para que al igual que las bolas de billas nos vayamos por otros caminos hasta chocar con otros giros de historias, hasta llegar al final repleto de explicaciones, tantas que llegan a confundirme... no ayuda el hecho de que no pueda diferenciar bien a los asiáticos y no pueda recordar bien sus nombres... ver esta película en el cine es un error, al menos la última media hora.
La película dizque ostenta un ambiente que va de lo real a lo irreal, esto se usa mucho en el cine asiático, y es la marcada que siempre tienen para poder plantear situaciones buenas y hasta delirantes, pero al contrario de los maestros japoneses Miike y Tsukamoto, las situaciones en esta peli son de las que no hay por donde agarrar; peleas inverosímiles, en donde muestra una habilidad para pelear que ya quisiera Tony Jaa, y porque solo ha recibido entrenamiento imaginario, o sea, según esto está encerrado quince años y es drogado cada cierto tiempo, eso te vuelve químico y un super guerrero, o de repente apareció en espíritu Bruce Lee , y lo entrenó, pero lo sacaron de la edición a final. Y luego dicen que Retroceder nunca rendirse jamás es mala... Si aquí está su homenaje.

El de la izquierda tambien estaba dentro de la habitación pero quedó fuera durante la edición.


Las artísticas, simbólicas, surrealistas… eso, y tanto más, escenas como la de la salida de la maleta, o la comida de pulpo, o el sujetar al hombre desde la azotea, o el estrellarse contra la ventana, destinadas a impresionar a la fuerza, se incorporan a los giros de tal forma que, llegado al final termina confundiéndome, y tapando innecesariamente una buena historia.


Todo termina en círculo; yo más bien pienso que -en este caso- en cuadrado, como las mesas de pulp.

Al final después de tanto chocarnos se revela se que el motivo de la venganza es una venganza, provocada por un hecho insignificante, tal como era ese de La hija del engaño, de Buñuel , pero no tan ridículo como el de El Bien Esquivo, por supuesto; y tenemos un diálogo específico y bien puesto, que lo explica todo, este pata era seguidor de las soap operas, se amontonan las situaciones entre decisivas y gratuitas como aquella en donde el jefe mata a su asistente, aún no entiendo por que lo hace; para mí que el director pasó por un caso de sobreexcitación, se dijo con ésta sí la hago mundialmente, y sí, la hizo; creando huecos, que es algo muy oriental, cosa que se ve mucho en las películas de terror, escondiendo así la nada puritana historia … solo vean como quedan los dos afectados al final.
Anotaciones finales
La organización que lo secuestra está a pedir de boca, una sofisticación e infraestructura para encerrar y sus miembros se visten como si fueran pandilla de barrio, y son tan canallas que ni siquiera usan pistolas.
La única arma que aparece aquí es una Derringer de dos tiros , en pleno siglo 21.


Impresiona el hecho de que padre e hija se acuesten sin saber que lo son… No, ya estaba oliéndolo… mejor planteado en mi opinión está cuando Mickey Rourke se acostó con Lisa Bonet, sin saber lo que eran en Corazón Satánico y no… no mencionen Vidas Privadas de Fito Páez.

Mickey y Lisa se ven mejor

Un calificativo que no encuentro cuando busco otros comentarios es el de película de zombis… Porque Oldboy es, en definitiva, ¡una película de zombis! Qué manipulación post hipnótica, por favor, ni Van Damme y Dolph Lungren en Soldado Universal estaban tan completamente zombificados como los protagonistas.


Ni Van Damme tiene una mirada tan perdida

En otras palabras, la película me cae mal, ya que el afán rompedor del realizador con tantos giros en la historia, que se ven a la larga impostados y nada naturales, me recuerdan mucho a las intenciones de cierto director danés, en esa nefasta película que protagonizó Björk.
SHAY

La Cinefilia no es patriota





Thursday, May 14, 2009

RECURSOS HUMANOS (1999), DE LAURENT CANTET



¿El cine social necesita héroes? No. Solo seres humanos dispuestos, decididos a luchar por su dignidad, en contra de injusticias clamorosas y concretas. El drama (como en la vida) no se encuentra a primera vista, en lo inmediato, a flor de piel, en la superficie. Y Recursos Humanos resulta anti-dramática, hasta la médula. Desnuda en lo posible de retóricas, la belleza que persigue es otra. No tan visible, no tan vistosa. El despertar a la conciencia. Lo que veremos a lo largo de esta historia es cómo la imagen del mundo se transforma de un modo radical para el protagonista. Igual que en Nacido el 4 de Julio, de Oliver Stone, su juventud e inocencia, lo harán presa ideal de una clase dominante interesada en usarlo para sus propios fines, en contra de los de los suyos. Si en un caso, la guerra de Vietnam es buena y justa, y entonces, hay que ir por amor a la libertad, en el otro, la lucha de clases (la más antigua de las guerras), se diría que ya ni siquiera existe, y es por eso que la huelga no tiene razón de ser en su mente. Atención al diálogo imprescindible e imposible entre padre e hijo (el padre: inexpresivo, funcional, impasible como su máquina): sí, le debe su carrera a él, y también, ese sentimiento intolerable de vergüenza de ser quien es, de la clase trabajadora, explotada, humillada crónicamente, y que no se rebela, que ya olvidó cómo (el caso del padre). Hay un plano que puede pasar desapercibido pero que se imprime en las entrañas, y que lo resume todo instantánea y brutalmente: el que muestra la imagen de la fábrica, vacía, como un triste cementerio del espíritu. Como nota personal, me recuerdo hace años en una función nocturna del Festival de Lima, con los espectadores huyendo con el correr de los minutos de esta película: me dije, ajá: película correcta; público equivocado.

Mario Castro Cobos

La Cinefilia no es patriota

Wednesday, May 13, 2009

DOBLE JUEGO (2004), DE ALBERTO DURANT

Doble Juego



DOBLE JUEGO (2004), DE ALBERTO DURANT


Doble Juego es la respuesta peruana a Nueve Reinas (2000) que a su vez era una imitación porteña de las películas de David Mamet, especialmente La Casa de juegos (1987). Aparece firmada por Alberto “Chicho” Durant quien no ha dudado en colocar su nombre por encima del título al mejor estilo de Frank Capra. Todo un contrasentido si tomamos en cuenta la clamorosa impersonalidad de sus trabajos anteriores así como de su más reciente.
El caso de Alberto Durant es similar al de otros cineastas nacionales que parecieran haber llegado a ese oficio por accidente o desorientación vocacional. Sino hay que traer a la memoria ese ridículo homenaje a María Elena Moyano llamado Coraje (1998). Olvídense del Festival de Sundance o Mar del Plata, Durant no podría hacer un buen largometraje aun si tuviese el guión y los actores adecuados. Su desconocimiento del lenguaje cinematográfico alcanza esta vez niveles espeluznantes.

Al igual que en Ojos que no ven (2003) la narración adopta como telón de fondo los últimos días del gobierno de Fujimori. La referencia a dicho marco histórico pareciera ser una ocurrencia de último minuto, prácticamente un agregado de la postproducción (el texto introductorio y una radio encendida nos ponen en aviso de la coyuntura). Con esta treta se pretende introducir una reflexión de fondo que distinguiría a Doble Juego de cualquier cinta programada por televisión de señal abierta en horas de madrugada. No logra su cometido pero seguramente le abrirá las puertas de algunos festivales internacionales.

Pero mejor centrémonos en los personajes ya que las marcas de estilo brillan por su ausencia.

Rafo (Fabrizio Aguilar) es un joven cineasta que se convierte en la principal víctima de una estafa. El timador está correctamente interpretado por Fernando Cayo en la única caracterización ajena a tics de telenovelas y teatro. Su aparición levanta el interés de un filme que hasta ese momento no se sabía adonde iba. Todo ese subplot de la película porno, el marido celoso de Gianella Neyra y los chistes de cantina que intercambian Gianfranco Brero y Carlos Alcántara son menudencias que pueden agotar la paciencia hasta del más acérrimo defensor de Alias: La Gringa (1991).
En realidad las ingenuidades y torpezas de Doble Juego no harían de ella una película detestable como sí un par de impertinencias que vale la pena señalar para que Durant no las repita. Ya en Ojos que no ven Lombardi hacía gala de su misantropía ridiculizando sin compasión a un pobre empleado del Palacio de Justicia. Durant toma la posta y nos presenta a Wilson (Emilram Cossio), un humilde vigilante que además de flojo, lascivo y mentiroso resulta siendo un vulgar delincuente. Es un golpe bajo inmediatamente seguido por un desenlace de tonos elegiacos del que todos podemos extraer una moraleja. A ver quien se arrima.
Claudio Cordero
La Cinefilia no es patriota

Publicado originalmente en Luces de El Comercio el 18 de abril de 2004.

Crítica de El Premio:
http://lacinefilianoespatriota.blogspot.com/2009/05/sobre-el-premio-2009-de-alberto-durant.html