LA CINEFILIA NO ES PATRIOTA

DEDICADO AL CINE PERUANO QUE AÚN NO EXISTE

Saturday, December 29, 2012

CUALQUIER CINE, CUALQUIER MES. BALANCE 2012. POR FERNANDO VÍLCHEZ.





Cualquier cine, cualquier mes


Muchas son las personas que uno puede conocer en un año, sea por compromiso, por curiosidad, por accidente o por simple desidia. Pocas serán con las que se logre cultivar una relación rodeada de complicidad, entrega y hasta devoción, relación surgida gracias a las obras, relatos, libros, discursos, fotografías, composiciones, posts, vídeos, tweets de esas personas.

Me gustaría pensar que así es nuestra relación con las películas. Que aterrizan en nosotros a veces por búsqueda y a veces por error, a través de un festival generoso o de un torrent impensado, dentro de una ruidosa sala multicine o en nuestra silenciosa habitación de madrugada, habitación iluminada únicamente por el brillo de laptops que se recalientan sobre las sábanas.

Pero en gran medida esto no es cierto. A tal punto que a continuación anoto algo que ya todos saben pero merece repetirse, sobre todo a fin de año (o como indicaba Washington Delgado: «Ya todo está dicho pero como nadie escucha, hay que decirlo de nuevo»):

La cartelera peruana es de las más pobres del planeta.

Todas las películas que llegan a salas peruanas vienen teledirigidas por una industria monopólica que se nos vende como arte/magia/entretenimiento. TODAS las películas. Incluso las más “raras”. Incluso los estrenos nacionales. Incluso los estrenos más anónimos son cifras que la industria maneja como mal necesario, como jugador suplente. Y en Perú cada año esta condición se hace más evidente.

Basta pasar por cualquier cine en cualquier mes del año. Basta revisar las listas con “el top 10 del año” en los medios de comunicación o en webs de no pocos críticos, listas que solo son el eco triste y pasivo de un mercado que no tiene rival ni frenos en varios países.

Y luego, en medio de las centenas de películas olvidables que produce dicha Industria, hay un puñadito de obras que resulta que no están mal y entonces te tragas que eso es “Lo Mejor del Año”. Nos entierran en estiércol para luego emocionarnos al hallar un trozo de queso rancio.

Y celebramos, claro. Hacemos listas llenas de blockbuster legitimando así un pisoteo empresarial que un espectador poco curioso se puede permitir pero no un medio cinematográfico. No se puede celebrar un año que termina con multicines que, de nueve salas, seis van para EL HOBBIT, una para EL ORIGEN DE LOS GUARDIANES y las otras para TERROR EN SILENT HILL 2 y para AMANECER 2, esperadas secuelas, sin duda. El Perú se paraliza.




Próximos estrenos: GI JOE 2 El contraataque + Hansel y Gretel Cazadores de Brujas en 3D + Step Up 4 Revolución)



*



Nuevos, inquietos nombres

Frente a este deprimente panorama, surgen algunas alternativas. Algunas individuales y dispersas, otras más orgánicas y prometedoras.

Entre las últimas está el Festival de Cine Lima Independiente, que en su segundo año ha tenido ocasión de mostrar -gratis y en cada vez más sedes en todo el país- un conjunto de películas de muy alta calidad, películas que podrían haberse programado tranquilamente en New York, Madrid o Buenos Aires.

Así, la cinefilia más curiosa de Perú ha podido ver películas de jóvenes cineastas como Daniel Schmidt, Gastón Solnicki o Ion de Sosa. Se han proyectado las últimas obras de Raya Martin, Raúl Perrone, Andrés di Tella o José Luis Torres Leiva. También ha sido oportunidad de revisar muchos trabajos de Saul Levine y Ken Jacobs. Se ha podido dar una mirada al cine español contemporáneo más inquietante y más subversivo: las películas de Andrés Duque, de Sergi Caballero y de Lluís Galter, sin olvidar el foco dedicado al importante Colectivo Los Hijos.

Somos muchos los que siempre hemos anhelado en Perú espacios como Lima Independiente. Estacionados entre el más perverso monopolio y centros culturales que siguen homenajeando a Subiela, Lima Independiente se convierte en un evento hermoso y necesario. Para que esto siga avanzando, los cinéfilos peruanos deben ahora exigir una mejor programación, cada año, cada edición.

Ojalá aparezcan más iniciativas semejantes. Ojalá que las existentes confluyan hacia un movimiento fuerte y coordinado, entre ellas y las instituciones culturales del país.

*

Poesía y urgencia

Estas son las películas que, a nivel personal, se convirtieron en experiencias eufóricas durante el año:



                                                                           Tabú


- QU´ILS REPOSENT EN RÉVOLTE (DES FIGURES DE GUERRE), de Sylvain George.
- TABÚ, de Miguel Gomes.
- ENSAYO FINAL PARA UTOPÍA, de Andrés Duque.
- A ULTIMA VEZ QUE VI MACAU, de João Pedro Rodrigues y João Rui Guerra da Mata.
- THE INVADER, de Nicolas Provost.
- LEVIATHAN, de Véréna Paravel y Lucien Castaing-Taylor.
- SPRINGTIME, de Jeroen Elsinga.
- HOLY MOTORS, de Leos Carax.
- INVISIBLE, de Víctor Iriarte.
- THE DEEP BLUE SEA, de Terence Davies.
- BERBERIAN SOUND STUDIO, de Peter Strickland.
- PAPIROSEN, de Gastón Solnicki.
- MOONRISE KINGDOM, de Wes Anderson.
- ONCE UPON A TIME IN ANATOLIA, de Nuri Bilge Ceylan.
- COSMOPOLIS, de David Cronenberg.

Con optimismo esperamos que algunas de esas películas (exceptuando la de Wes Anderson que sí pudo estrenarse en Lima), lleguen a Perú el 2013.

En cuanto a la “cartelera comercial”, películas que pasaron por salas:
- A SEPARATION, de Ashgar Farhadi
- TOURNÉE, de Mathieu Amalric
- DRIVE, de Nicholas Winding Refn
- LA PIEL QUE HABITO, de Pedro Almodóvar

El descubrimiento del año: la filmografía entera de Sylvain George, gracias al Seminario organizado por el Festival Punto de Vista este año. Muy pocas son las veces que uno tiene la suerte de toparse con películas creadas desde la humildad y el corazón, estructuradas desde la obsesión y la metáfora, expresadas desde la poesía y la urgencia. La fragilidad en los rostros de los inmigrantes de Calais como fortaleza de un cine que escarba rabiosamente en la condición humana. El lirismo como respuesta a la codificación de ese “otro” que no queremos ver, al que no le damos voz.






Mención especial para el propio Punto de Vista: a pesar del difícil contexto económico en España, donde las iniciativas culturales sufren los principales recortes, el Festival resurgió como seminario, mantuvo su actitud de descubrimiento y difusión del documental, ofreció clases magistrales y proyecciones fantásticas (con ENSAYO FINAL PARA UTOPÍA, la película sorpresa del Seminario, como momento cumbre) y todo envuelto en un espíritu de hermandad que va más allá de la camaradería, hermandad creativa y militante que es solo un reflejo del gran momento que vive la cinematografía española de vanguardia.

*

«Respuesta: las ideas»

De lo apreciado sobre material peruano, el balance cinematográfico arroja ciertos resultados gratos y algunos otros que trascienden el área artístico para situarlo en terrenos malolientes.

No hubo una película nacional completamente destacada, pero sí rasgos que alimentan un leve optimismo. Y más que películas, momentos. El cine peruano ha tenido momentos excepcionales. Hablaré de un empate técnico:

La mejor escena del año aparece casi al final del documental LIMA BRUJA, cuando asistimos a una jarana en Barrios Altos y los músicos empiezan a cantar el vals “María”. Mientras uno de los músicos ilumina la pantalla con su sonrisa, su hermano menor rompe en llanto mientras aplaude. Dolor, alegría y un vals. Es decir, asistimos al histórico nacimiento de un criollo peruano.





La otra escena a mencionar aparece en otro ¿documental? llamado EL EPITAFIO NO ME IMPORTA, de Alberto Angulo: el propio Angulo hablando profusamente a la cámara mientras una adolescente le hace muecas desde atrás, durante diez minutos, sin cortes. Una película errática, llena de humor involuntario, pero con una escena con más fuerza y vida que otras veinte películas nacionales.





En los cortometrajes hay que mencionar los nombres de Julio O. Ramos y su DETRÁS DEL ESPEJO, que ha venido arrasando -con justicia- tantos premios de ficción como festivales ha tenido al frente; los trabajos que vienen realizando Gabriel Carcelén y Diego Zavaleta, en documental y ¿ficción? respectivamente; y los cortos tan alegres y descarados de Tilsa Otta, una voluntad constante de búsqueda y juego que resulta un aire fresco en la videocreación peruana.

En la llamada “cartelera comercial”, lo más destacado vino con el estreno de CIELO OSCURO, de Joel Calero. Detrás están LIMA 13, de Fabrizio Aguilar y luego CASADENTRO, de Joanna Lombardi. Las sorpresas vinieron con el feliz desempeño de Lucho Cáceres, Mariella Zanetti y Ubaldo Huamán en las dos primeras películas. Muy altos momentos para Cáceres y Huamán. Grata sorpresa. De otro lado, no deja de ser curioso que sean tres actores aparecidos en el menospreciado mundo de la comedia televisiva lo más resaltante en la actuación nacional.

Pero de esto la prensa cinematográfica no habla. Solo se dedica a debatir por la taquilla y la taquilla y la taquilla, y cuántos millones ha hecho la Industria y cuántos miles han hecho las películas peruanas y por qué la gente va, y por qué no va, y qué hemos hecho señor para merecer esto. Penoso.

Inserto aquí las palabras iniciales de LA HISTORIA DEL CINE, de Mark Cousins, palabras rescatadas por Jordi Costa para este gran artículo publicado no hace mucho:

“A finales del siglo XIX surgió una nueva forma de arte. Se parecía a nuestros sueños. La industria del cine mueve ahora miles de millones de dólares, pero lo que la mueve no es la taquilla o el show business, sino la pasión, la innovación. (…) Hablan tanto de taquillas que nos han hecho pensar que el dinero es lo que mueve a las películas. Venta de entradas, marketing, glamour, estrenos, alfombras rojas… Pero no va de eso. El dinero no crea las películas. Los que ponen el dinero no conocen los secretos del corazón o el resplandor de las películas. Pero, si no es el dinero el que crea las películas, ¿qué lo hace? Esta es la respuesta: las ideas.”

Gran momento para repensar estas palabras, cuando a lo largo del año el dinero parece ser el único tema de interés y discusión en nuestro cine.

Y, más desagradable que el dinero, la angurria y la roñería de cineastas “consagrados” que pierden concursos nacionales y luego reclaman abiertamente que se veten jurados, que se rehagan esos concursos, que les den “su” dinero. Estas personas han creado horribles precedentes institucionales y terminan siendo el peor ejemplo de los jóvenes cineastas que hacen sus proyectos con titánico esfuerzo y que compiten limpiamente sin secretismos y sin apelar al compadrazgo y la criollada.

Ese cine de la Industria, del monopolio, del regateo de dinero, de los presupuestos inflados, del arreglo bajo la mesa... eso no es cine, es mero negocio. Y negocio del malo, pues hasta los negocios atractivos, para ser exitosos, arriesgan.

Son tiempos vitales para la reinvención artística, para la búsqueda de alternativas en la producción y distribución de películas, para hacer un cambio fundamental en las reglas de lo establecido. El 2013 llegará con películas peruanas que se han sacudido del apolillamiento habitual: EL LIMPIADOR, de Adrián Saba, EL ESPACIO ENTRE LAS COSAS, de Raúl del Busto, CHICAMA, de Omar Forero (y más documentales, más cortos, más videoarte), obras que podrán gustar o no pero que han apostado por un riesgo personal que va creciendo en nuestro país.

Por eso, a pesar de ser un año con momentos escabrosos, el futuro nos reta y nos entusiasma a la vez.

*

I´m against knowing secrets

Termino copiando unas líneas que pude leer al presentar unos mini ciclos de Chris Marker en Cusco y en Chiclayo, frente a un público que entraba sin saber qué encontrar, pero con un ánimo muy despierto, curioso y lleno de ganas de debatir.




Chris Marker murió el 29 de Junio de este año y ese fue un día muy triste para muchos de nosotros. Nuestra cinefilia sufrió un golpe inesperado. No porque Chris Marker haya sido nuestro cineasta favorito. No porque sea él de quien más películas hemos visto. Aún nos faltan muchas obras suyas por descubrir y, además, el mismo Marker sería el primero en desanimarnos de cualquier afán nuestro para colocarlo en algún parnaso de cineastas célebres, pues él es el cineasta invisible, el que no quiso libros dedicados a su obra, el que no quiso publicidad, el que ni siquiera quiso firmar con su nombre.

Es más, como Salinger, Chris Marker no quiso nunca ser fotografiado. Y, como Salinger también, es alguien a quien dan ganas de llamar por teléfono para conversar apenas terminas una de sus obras, pues no es su trabajo la obra de un “gran artista” sino de un amigo que se autorretrata en cada uno de sus trabajos, y la voz en off de sus películas se te vuelve muy familiar, muy cercana, aunque él nunca haya usado su voz real. Como un viejo padrino de la infancia, Chris Marker está y a la vez no está.

Era el fantasma más escurridizo del cine. No se llamaba ni Chris ni Marker, era solo un seudónimo. No se sabe dónde nació, aunque los parisinos lo reclaman. Apenas ha dado un puñado de entrevistas a lo largo de su vida. Fue siempre inaprensible. Nunca se quedó quieto. Cuando lo empezaron a conocer por sus películas en celuloide él ya hace rato que había pasado al vídeo, y cuando buscabas sus obras de vídeo en la televisión él ya exhibía en galerías, y cuando lo buscabas ahí él ya había construido un CD ROM en su web con nuevos trabajos (y sin usar su nombre, apenas la imagen de un gato, su alter ego), y cuando ibas a su web, él ya había creado su canal de YouTube (bajo otro seudónimo: Kosinski) y cuando dices “ya tiene más de ochenta años, ya no se me va a escapar” resulta que aparece y se pone a grabar (y a apoyar) el OccupyWallStreet y a los estudiantes chilenos.

Este pequeño ciclo que empieza hoy no intenta desvelar ningún misterio sobre ese gran desconocido que es Chris Marker. No daremos más información de la que se pueda rastrear sobre él. No habrá datos extras sobre él. Una de sus frases que aparece en la película SILENT MOVIE dice: “I´m against knowing secrets”, “estoy en contra de conocer los secretos”. Mejor así. Como entrar al cine sin saber qué vas a ver. Marker sabía que la evasión era hermosa.

Quizás esa evasión, esos enigmas que ha creado sobre sí mismo, sea el motor de su cine y es lo que nos interesa ahora. Que otros de su generación se queden con la gloria. Él (junto a sus grandes amigos Agnes Varda y Alain Resnais) no nos va a reclamar panegíricos ni dedicatorias célebres. A él le damos este pequeño homenaje de la única manera que se le puede dar a un cineasta que hasta los 91 años salía a la calle con su camarita para grabar a jóvenes y a gatos, el homenaje que significa ver sus películas y soñar con terminar así nuestras vidas.


Fernando Vilchez Rodríguez




Saturday, December 22, 2012

CÓMO SE MANEJA EL CINE EN EL PERÚ, CAPÍTULO II (O 'VALE TODO')


¡El cine peruano es una gran familia!
Anónimo





Fui jurado del último concurso de documentales convocado por Dicine, una experiencia rara y estresante, sobre todo porque la decisión final nos valió, a la española Marta Andreu, a Víctor Vich y a quien esto escribe, una serie de ataques furibundos, increíbles testimonios –por lo deshonestos– de algunos participantes e insultos que, dirigidos sobre todo a Marta, lindaban con la incitación al odio y la xenofobia. 

Ya lo sabemos. Durante muchos años el cine peruano ha sido un club de amigos cuya autoestima es demasiado alta. Ellos mismos se autocalifican como los ‘cineastas de verdad’, aunque en muchas de sus películas no se encuentran ni siquiera falsedades. 

El funesto y vergonzoso mail del cineasta Alberto Durant, intentando meter presión para que las autoridades no consideren a una crítico de la revista Godard! en uno de los últimos concursos nacionales de cinematografía, sirvió para conocer, con pruebas, el modus operandi de un grupete de sinvergüenzas que juegan con sus contactos en las altas esferas del Estado, entidades económicas y medios de comunicación –un correíto por aquí, una llamadita telefónica por allá, como quien no quiere la cosa– para sugerir cambios, crear malas famas y poner las piezas que menos problemas les hagan una vez finalizada la campaña de demolición.




Ahora, otra directora del círculo de Durant y Lombardi, Sonia Goldenberg, intenta enlodar, con una serie de despropósitos, la participación del jurado del concurso de documentales a través de una nota aparecida el jueves pasado en la revista Caretas. A ella no se le permitió participar con su producción Siguiendo a Kina –un trabajo sobre boxeo femenino- porque, según versión de las autoridades cinematográficas del momento, incumplía con las bases. Esto no ha sido óbice, sin embargo, para que Goldenberg solicite la anulación del concurso convirtiéndolo todo en un encontronazo de ‘vale todo’.




Al haber sido parte de ese jurado, quisiera aclarar a título personal algún punto obviado por Goldenberg en ese publicherry. En Caretas se señala:

“Sexto Round: el jurado decide ganadores sin evaluar al proyecto Siguiendo a Kina. ‘Al hacerlo, con los antecedentes de irregularidad tan claramente expuestos y habiendo sido notificados de la existencia de una apelación en curso, lamentablemente se vició el proceso y los resultados deberían ser declarados nulos’, dice el experto en Derecho Administrativo, Jorge Danós, del Estudio Echecopar, abogado de Tramas Producciones”. 

Se afirma que se nos notificó sobre su problema. No, y hasta donde sé, el jurado no recibió ninguna carta formal sobre el asunto. Lo que sí ocurrió fue un hecho que saltaba las vallas de la ética, sobre todo si se tiene en cuenta que en el contexto de un concurso nacional de cinematografía ningún cineasta participante del proceso debería contactarse vía mail personal con los jurados. Pero la señora Goldenberg lo hizo con uno de nosotros, y en un tonito altanero, instando a la persona –y de paso a los otros dos jurados– a no hacer nada hasta que su caso no sea resuelto. No hubo, insisto, ningún tipo de comunicación formal sobre este punto.  

Por supuesto, la presidenta de la terna, Marta Andreu, comunicó el hecho a las autoridades cinematográficas en su debido momento. Y continuamos con nuestro trabajo como debía ser pues, además de que se nos informó que Goldenberg había incumplido con las bases, interpretamos que no era competencia nuestra resolver el problema. 

¿Acaso los jurados no están allí para evaluar las propuestas que han cumplido con las bases y requisitos previamente establecidos, o también están para tomar parte en instancias previas como decidir la admisión o no a concurso de tal o cual proyecto cinematográfico?  

Días después tuve oportunidad de hablar con el señor Christian Wiener sobre el asunto. El ex Director General de Industrias Culturales del Ministerio de Cultura insistió en el hecho de que el documental de la cineasta no fue admitido porque no cumplió con lo estipulado en las bases del concurso, las que aún se encuentran en la web del Dicine (recordemos que la convocatoria fue realizada en marzo):

Título II
2.3. Los proyectos presentados serán aceptados sólo en caso de que el rodaje no haya comenzado antes de la fecha límite de inscripción, salvo material filmado considerado indispensable y solicitando excepción al Ministerio de Cultura. Este material no podrá ser presentado como parte del proyecto para ser visionado por el jurado.

Entonces también señaló un hecho curioso: Goldenberg había solicitado en marzo de este año al Ministerio de Cultura un certificado de culminación de rodaje para presentarlo ante Ibermedia, organismo internacional del cual había recibido una ayuda económica el año pasado con Siguiendo a Kina. 

Para mayores precisiones y ampliar el panorama de cómo suele manejarse la cosa cinematográfica en el país, cito fragmentos de una entrevista al ex funcionario publicada en el diario La Primera el 27 de noviembre último. 

¿Y Sonia Goldenberg?
 En el caso de Goldenberg, el año pasado se presentó para Ibermedia. Yo fui a negociar en Brasil lo de Ibermedia, y ahí ella obtuvo 35 mil dólares para la financiación de su documental. Se sintió muy molesta por esa cantidad porque dijo que era muy poco, que estaba aspirando a más.

¿Qué hizo?
 Me mandó un correo con copia a la ministra, en esa época estaba Susana Baca, diciendo que estaba sorprendida porque le estaban dando poco dinero, que ella merecía más. Creo que estaba pidiendo setenta mil dólares. Le dije que podía presentarse al concurso de documentales el próximo año y completar su presupuesto, pero en marzo de este año se me acerca al ministerio para solicitar que nosotros presentemos un certificado a Ibermedia, diciendo que ha culminado su rodaje.

¿Por qué pidió eso?
 El ministerio tenía que certificar que había terminado el rodaje para que Ibermedia le diera la plata. Sin embargo, en junio se presenta al concurso del Conacine, pero en la base se mencionaba que no podían presentarse películas que ya estaban avanzadas en rodaje. Lo observa Carmen Rosa Vargas y emite una carta para que impidiera la participación de Goldenberg porque estaba violando las bases. Hubo otros casos, pero solo ella ha movido al bufete Echecopar. 

Wiener afirma que a Goldenberg sí se le dio ese certificado, y en varias instancias ha sostenido la misma versión, incluso ahora último en la revista Caretas. Retomo entonces la pregunta que Manuel Siles hizo en un texto anterior, porque es muy importante para este caso: o la señora cineasta no le dijo la verdad al Ministerio o le mintió a Ibermedia. O Wiener está loco y necesita tratamiento urgente.

En realidad, para el 2011 parece que la película ya estaba algo avanzada, como lo demuestra este tráiler de Youtube colgado en setiembre de ese año:





Incluso había otro en Vimeo, pero ya fue retirado, como lo señaló Cinencuentro

Las bases son específicas y deben ser respetadas por todos. Pero luego de lo ocurrido con Goldenberg me da la sensación de que en tiempos pasados, esas buenas épocas donde todo quedaba en familia, no se respetaba nada, o todo se armaba, tal vez, para privilegios de unos pocos, pero con dineros de todos nosotros.

¿Declarar nulo el concurso de documentales? No me sorprende, y es lo que quisieran varios de los así llamados ‘cineastas de verdad’. Hubo nuevos jurados y miembros internacionales que, simple y llanamente, les dijeron “no, sus trabajos no valen la pena”. Basta echarle una mirada a la web de Dicine y buscar los resultados de concursos de este año para corroborarlo. Pero para los favorecidos de siempre esto debe de haber sido peor que una mentada de madre. 

Recordemos si no las bochornosas reclamaciones en el foro de Cinemaperú de otra directora que participó en el concurso en cuestión y forma parte del cogollo, Judith Vélez: “Sugiero que los proyectos que pasaron a la final que fueron 9 proyectos, vuelvan a pasar por un nuevo Pitching ante un nuevo Jurado y se premien 4 proyectos, los mejores 4 proyectos”. ¿Traducción? Prémienme a mí porque soy la mejor. Vélez también es, pues, una cineasta de verdad, aunque cuando uno ve La prueba o 1509 Operación Victoria, se da de bruces con la triste realidad.




Todo es posible en un país como el nuestro. Si declaran nulos los resultados se armará un festival de denuncias de uno y otro lado, y se pisoteará el derecho de los ganadores. En todo caso, ¿por qué no investigar todos los concursos realizados hasta el momento? ¿algunas sorpresas encontraremos? 

Claro, mientras esto sucede, no sabemos nada del supuesto proceso de investigación a Rosa María Oliart, otro de los escándalos pasados por agua tibia por más de uno en nuestra pequeña comunidad cinematográfica, esa en la que varios prefieren el silencio para no meterse en problemas porque es políticamente incorrecto tocar algunos puntos al interior de un ambiente donde casi todos se conocen y, en algunos casos, donde las amistades y relaciones son pergaminos suficientes antes que la calidad y la competencia.

Alonso Izaguirre

Friday, December 07, 2012

TALLER DE EXPERIMENTACIÓN AUDIOVISUAL EN CORRIENTE ALTERNA

Corto Promocional del 2º LIFC from Juan Daniel F. Molero on Vimeo.

Quienes apreciamos el cine más allá de su condición de 'mercancía', solamente podemos alegrarnos por la existencia de talleres como éste, dirigido además por Juan Daniel F. Molero, autor de una de las películas peruanas más estimulantes de los últimos tiempos: Reminiscencias. Aquí la info. (MC).





Taller de Experimentación Audiovisual
Duracion: 8 semanas ( enero - febrero )

El taller es una introducción a la teoría de la imagen y una exploración de las técnicas audiovisuales, tanto analógicas como digitales. Se presentarán diversas corrientes del cine experimental y el video arte, como la intervención del 16mm (rayado, deterioro, pintado), el found footage (resignifcación, collage, cut-up), el cine expandido (proyección múltiple, loops), el fotomontaje, los GIFs animados, y el Glitch Art (corrupción de archivos de video, la poética del error). El objetivo será apropiarse de estas técnicas y descubrir las cualidades distintivas de cada formato (celuloide, cinta magnética, pixel) para poder encontrar un lenguaje propio nacido de la experimentación audiovisual y la necesidad expresiva. Los trabajos desarrollados en el taller serán proyectados en fílmico y video en un evento especial abierto al público.

Lugar: 
Corriente Alterna - Escuela de arte

Horario: 
Martes y Jueves de 7pm a 9pm

Profesor:
Juan Daniel F. Molero estudió Ciencias de la Comunicación en la UPC, Dirección Cinematográfica en la Universidad del Cine (Buenos Aires) y en el programa colaborativo de no ficción en UnionDocs (Nueva York). Ha sido seleccionado para el Talent Campus Buenos Aires 2010, Talent Campus Berlinale 2011, y el Trainee Project for Young Film Critics 2010 en Rotterdam.  

Su primer largometraje Reminiscencias (2010) ha sido presentado en el Museo de Arte Moderno (MoMA), Museo de Arte de Lima (MALI), FIDMarseille, BAFICI, Rotterdam, La Habana, Lima Independiente, entre otros. También obtuvo una mención especial a largometraje en el Concurso de obras independientes y experimentales 2012 de DICINE.  

En paralelo a la realización, ha curado programas de cine vanguardista para el Festival Cine//B de Chile (2009-2011), el 2do Festival de Cine Lima Independiente, para Cinema Tropical en Nueva York, y en la misma ciudad para el legendario Anthology Film Archives .

Inscripciones y consultas:
comunicaciones@corrientealterna.edu.pe
Av de la Aviacion 500, Miraflores
Telf: 7173454 - 2428482
Horario de Atención: Lunes a Jueves 9am a 7pm - Viernes 9am a 5pm - Sábados 9 a 1pm