LA CINEFILIA NO ES PATRIOTA

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Sunday, January 20, 2013

DEFENSA DE LA CULTURA. POR ANDRÉ GIDE (FRAGMENTO).




Quien dice Literatura dice comunión. Lo que hay que saber es con quién comulga el literato. En ciertas literaturas, y en la francesa especialmente, se produce un fenómeno singular: un escritor de la mayor valía a quien no se escucha en absoluto en su época. ¿Podría decirse que escribe tan solo para él? No. Pero esa comunión que no puede lograr inmediatamente en el espacio espera conseguirla en el tiempo; su público está esparcido en el futuro. A primera vista parece un extravagante, un esotérico; sus virtudes resultan insensibles para los demás, sus cualidades pasan desapercibidas. Pienso en Baudelaire, en Rimbaud, en el mismo Stendhal, que pretendía escribir para la minoría y también que sus verdaderos lectores no habían nacido aún. Este fue igualmente el caso de Nietzsche, de William Blake, de Melville, por no citar sino a los más destacados.

En la obra de cada uno de ellos alienta una poderosa fuerza de comunión, pero de comunión retrasada. Quiero sacar de aquí una gran enseñanza: que no conviene repudiar a un escritor que no se dirige primero sino a escasos lectores (...) La Literatura no se contenta con imitar: informa, propone, crea.

Los grandes desconocidos de que hablaba al principio, que alcanzan hoy tiradas inmensas, al conseguir en sí mismos una sinceridad insospechada hasta entonces, han ayudado mucho más al conocimiento que el hombre puede y debe lograr de sí mismo, que si se hubieran reducido a presentarnos un simple retrato del hombre tal como era o creía ser entonces. Hay que buscar la comunión, sí, indudablemente; pero a veces ocurre que no es posible lograrla de primera intención. Por lo que a mí se refiere (y perdonad que cite un ejemplo personal), de familia burguesa, de formación burguesa, he sentido desde los comienzos de mi carrera literaria que todo aquello que tenía en mí y que me parecía lo más auténtico, valioso y valeroso, estaba en oposición inmediata y directa con las convenciones, los hábitos y las mentiras de mi ambiente. Y me parece hoy casi imposible, en la sociedad capitalista en que vivimos, que haya una Literatura de valía que no sea una Literatura de oposición.

Comulgar con su clase es imposible para el director burgués. Comulgar con el pueblo... pues bien, yo afirmo que es igualmente imposible, mientras el pueblo no sea más que lo que es hoy día, mientras el pueblo no sea lo que puede ser, lo que debe ser, lo que será si le ayudamos. Solo es posible dirigirse al lector desconocido, futuro, con la seguridad de llegar a él en cuanto alcancemos en nosotros mismos aquello que sentimos como más honda e irreductiblemente humano.



Defensa de la Cultura. Extractos del discurso pronunciado por André Gide en el Congreso Internacional de Escritores de París el día 22 de junio de 1935.




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